September 1993:
Mi hermana y yo miramos la TV con un camisón nuevo, reluciente, que nos regaló mi abuela. Estoy girando entre los dedos una tijera y, sin pensarlo, agarro la falda del camisón y hago un corte profundo en la tela. Mi mamá aparece atrás mío, grita, me pregunta por qué lo hice. Estoy confundida, no sé qué decir. En mi cabeza se forma una idea borrosa: hago cosas sin motivo. January 2002:
Por primera vez me dan plata para comprarme el libro que yo quiera. Recorro una mesa de ofertas, electrizada de emoción, y elijo un libro ancho, rosado. Se llama «Crimen y castigo». Esa noche la paso despierta, leyendo como un monje devoto en la oscuridad del living. Cuando mi papá se despierta a la madrugada para ir a trabajar, me mira como soñando y yo le digo que mi vida acaba de cambiar para siempre. July 2003:
En un cumpleaños de 15, el chico más lindo de la clase me saca a bailar un lento. Sin entender, me paro y me dejo agarrar de la cintura. Estamos incómodos: cada uno mira al techo mientras giramos y nos chocamos con otras parejas. Siento un rencor hondo. August 2004:
Mi papá y yo salimos a caminar por la montaña. En la cima, después de un largo silencio mirando el lago y el bosque, él dice que cree que la única guerra verdadera en el mundo es la de los explotados contra sus explotadores. Yo no entiendo por qué me habla de eso, pero asiento. July 2007:
Conozco a un chico en una cena multitudinaria. Conversando nos damos cuenta de que vivimos en el mismo barrio por muchos años. Le cuento que de chica dejé una nota en el buzón de su casa porque escuchaba a alguien tocar el piano de una forma muy hermosa. Él me mira atónito, abre su billetera y me extiende un papel garabateado con caligrafía infantil. July 2011:
Entro a la habitación donde mi abuelo está internado. Varios tubos y cables entran y salen de su cuerpo. Pasan por mi cabeza una panorámica del valle donde nació y vivió en Italia, la imagen de las herramientas misteriosas de su taller mecánico y sus manos pintadas de rojo cuando tiñe el pelo de mi abuela. Me quedo seca. Seca. January 2012:
Acabo de mudarme a Berlín. Tomo el subte por primera vez y me bajo en una estación al azar. Frente a mí aparece una torre enorme. Un hombre muy alto se acerca y me pregunta algo en alemán. Intento responderle, pero no logro hablar. Es de noche, nieva y siento terror. March 2013:
Cierro la puerta tras los mudanceros. Aún hay muchas cosas de los inquilinos anteriores abandonadas por todo el departamento: es un caos total. Desde la entrada veo al hombre que fuma en el balcón y me mira. Nos conocimos hace tres meses en otro continente y acabamos de mudarnos juntos. Estamos tan enamorados que no podemos parar de reírnos de incredulidad. February 2017:
Estoy sola en una playa en el Océano Índico. Atardece y todo está bañado de un rosa plateado hipnótico. Veo a lo lejos seis hombres bailar y tomar cerveza en su cabaña. Como un golpe, siento una gratitud con la vida que creí que me estaría vedada para siempre. Soy feliz. May 2017:
Mi mamá me propone ir juntas a una manifestación. Nos encontramos entre la multitud, caminamos de la mano y coreamos juntas todos los cánticos. Mientras rebotamos en un mar de gente al grito de «¡El que no salta es militar!», ella me mira feliz como una nena y dice que está muy contenta porque hace 30 años que no iba a una marcha. No lo puedo creer. Salto con ella mientras se me caen las lágrimas.