April 2002:
Durante el recreo largo reúno a mis amigas del colegio en el baño y nos ponemos en ronda. «Mis papás se van a separar», les digo. Soy la primera del grupo que pasa por esto. August 2004:
Se sienta en el banco de madera del quincho del club. Me recuesto sobre sus piernas, elevo mi cabeza y él me besa. Siento confusión. Es el primer beso. De los dos. January 2007:
«¡Vení a saludarme!», dice mientras arrastra la silla que había adoptado como andador. «¡Chau, Abu!», le digo desde la mesa mientras termino la tarea de matemáticas. «Últimamente le encanta llamar la atención. Vivimos llamando a la ambulancia y nunca tiene nada, siempre vuelve el mismo día», le digo a la novia de mi hermano que me ayudaba. No vuelve. January 2007:
Me acompaña a esperar el remís a la puerta del salón donde Sally festejaba sus 15. «¿Me pasas tu número de celular?», me pregunta. Se lo paso mal. Dos años después es mi novio. December 2007:
Después de atender el teléfono mamá llora sin parar en su cama. Le pregunto cuatro veces qué pasa y finalmente me responde. Su respuesta me derrumba el mundo. Mi prima se ha ido. July 2011:
Entiendo mi mal humor y mi angustia. Lo que hago no me gusta; ni el viaje, ni el lugar, ni la gente, ni los conocimientos. Nada. Dejo la carrera y busco qué me hace feliz. September 2012:
«¡Mamá no respira, vení rápido!», me escribe mi hermano más chico después de llamarme cinco veces y no atenderlo. Corro a mi casa desde la parroquia mientras llamo a la ambulancia. Es sólo un susto. March 2014:
Tan chiquito. Tan hermoso. Nace Juani y revoluciona a toda la familia. Me llena de amor puro. Nunca había sabido cómo era amar a alguien sin realmente conocerlo. Mi ahijado me lo demuestra. April 2014:
Me subo a un avión y voy a cumplir un sueño. Pisar Nueva York. November 2014:
Estoy en Córdoba en la casa de papá. Me encuentro sentada en el sillón, él camina de un lado para otro con una empanada en la mano. Sin comerla. Nos vamos a penales. Erramos el primero, el tercero, el cuarto… pero gracias al desempeño del arquero gritamos «¡CAMPEONES!». Me descubro llorando mientras miro a mi papá llorar y llamar a mi hermano. Desde 1973 Huracán no levantaba una copa.